Pilas alcalinas, medioambiente y salud

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Una pila alcalina puede contaminar hasta 100.000 litros de agua, dicha contaminación y la acción de sus compuestos pueden llegar a originar en el ser humano enfermedades relacionadas con el sistema nervioso, riñones o incluso cáncer.

Estas son las afirmaciones que realizan constantemente expertos de diferentes asociaciones de todo el mundo, que alertan además sobre los daños a la salud que puede causar la contaminación generada por una incorrecta gestión de este residuo.

Riesgo medioambiental

Los compuestos químicos tóxicos que contienen las pilas son el manganeso, zinc, cadmio y mercurio, elementos que representan un grave riesgo para el medioambiente y la salud en caso de su degradación y filtrado al subsuelo.

En contacto con el agua el mercurio de las pilas forma una sustancia llamada metil-mercurio, un compuesto muy tóxico que se encuentra y concentra en las cadenas alimenticias y provoca en el ser humano graves desórdenes del sistema nervioso. Las pilas alcalinas, aunque indiquen un 0% de mercurio, contienen al menos un 0,5% de esta sustancia, además de otros productos menos contaminantes.

Como ya indicamos, todas las pilas contienen cierta cantidad de metales pesados como cadmio, mercurio, plomo… sustancias nocivas que representan un peligro potencial para la salud y el medio ambiente, cuyos efectos, de forma resumida, podrían ser los siguientes:

Cadmio: los efectos tóxicos de este metal a bajas concentraciones se comprobaron hace quince años. El organismo humano puede asimilar el 6% de la dosis que absorbe, el resto puede acumularse en los riñones a lo largo de toda la vida, lo que puede producirles lesiones graves e irreversibles. También produce hipertensión arterial, con riesgo de infarto de miocardio y arterioesclerosis.

Mercurio: es el metal pesado contaminante más extendido en todo el planeta. Transformado por ciertas bacterias y en condiciones favorables, se convierte en un elemento muy tóxico. En caso de intoxicación producida por mercurio, los síntomas son: fatiga, anorexia o adelgazamiento, dolores gastrointestinales y, también, trastornos visuales y temblores. A la larga, el enfermo presenta trastornos psíquicos: estado de excitación, pérdida de memoria, insomnio persistente y depresión, e incluso, desordenes mentales, coma y después la muerte.

Plomo: las pilas contienen una pequeña proporción de plomo. La intoxicación recibida por el plomo se denomina saturnismo, que provoca: fatiga, dolores de cabeza, musculares y de estómago, anorexia, estreñimiento y, en su fase más crítica, ‘cólico del plomo’, es decir, calambres abdominales intensos, acompañados de náuseas, vómitos y presión arterial elevada.

El problema de las «pilas pirata», cada vez menos

Un grave problema para el reciclaje de pilas es tener conciencia de que hay fabricantes, cada vez menos, que consiguen evitar los controles de seguridad en la entrada a las aduanas. Si una pila debe cumplir con un parámetro de 5 partes por millón de mercurio (que es lo que marca la ley) en su fabricación, las ilegales tienen más de 1.000 partes de mercurio por millón. Una cantidad altamente peligrosa y que además no es descubierta hasta el momento de su reciclaje con el resto de pilas.

Actualmente, la gran mayoría de las empresas son estrictas en sus propios controles y cumplen con la normativa, además, se afanan también en reciclar para evitar el malgasto de materias primas primordiales que podrían escasear, son las mismas que contribuyen al reciclaje.

Una parte importante de estas empresas creó en el año 2000 la Fundación para la Gestión Medioambiental de Pilas «ECOPILAS», como respuesta del sector de pilas y baterías al principio de corresponsabilidad de los productores sobre la gestión de los residuos derivados de estos productos una vez llegados al final de su vida útil.

Los fundadores de ECOPILAS representan al 70% del sector en España, entre ellos:

·         SONY ESPAÑA

·         PHILIPS IBÉRICA

·         ENERGIZER

·         KODAK

·         SAFT BATERIAS

·         FUNDACIÓN ECOTIC

·         ANGED (Asociación nacional de grandes empresas de distribución)

 

Legislación

Con el objetivo de implicar a los fabricantes en este proceso de reciclado de estos productos, en 2008 entró en vigor un Real Decreto que establecía la responsabilidad del productor en la gestión final del residuo, además de regular sus sistemas de gestión y prohibir la comercialización de pilas que contengan metales pesados. También limitaba los niveles de contenido en mercurio a un 0,0005% y cadmio a 0,002% .

Esta nueva legislación fijaba así mismo unos niveles de mínimos de recogida de estos residuos de un 25 % para 2011, y un 45 % para 2015. En 2011 nuestro país alcanzó un 34%