Mujeres invisibles contra la feminización de la pobreza

1055

7 de cada 10 personas pobres son mujeres. Para la igualdad de condiciones, es fundamental visibilizar los obstáculos sociales, económicos y culturales a los que millones de mujeres se enfrentan diariamente.Mujeres invisibles es una campaña enfocada a conseguir apoyos para acabar con la feminización de la pobreza y a hacer visibles historias personales de superación de mujeres a las que apoyamos a través de nuestros proyectos.

 

La violación de los derechos de las mujeres forma parte de su vida cotidiana en muchos países: no tienen acceso y control de los recursos, servicios y oportunidades en condiciones de igualdad; sufren peores condiciones de trabajo, tienen dificultades para ejercer su derecho a la salud, no disfrutan de plena autonomía en la toma de decisiones relativas a sus propias vidas, sufren discriminación y violencia. Además, el 70% de las personas que viven en la pobreza son mujeres, lo que ha dado lugar a conceptos como la “feminización de la pobreza”.

 

En pleno siglo XXI, no existe ningún país en el mundo en el que mujeres y hombres disfruten de los mismos derechos y oportunidades, motivo por el que hemos recopilado datos que demuestran que aún queda mucho por hacer para conseguir la igualdad de oportunidades. Datos como que un 35% de mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual en el mundo; que un 99% de la mortalidad materna se da en países desfavorecidos; o que dos tercios de las 796 millones de personas adultas analfabetas son mujeres.

 

#MUJERES INVISIBLES

 

Ayuda en Acción cree en la igualdad entre mujeres y hombres como derecho y como medio indispensable para mejorar los resultados en la lucha contra la pobreza. Para conseguirla, es fundamental visibilizar los obstáculos sociales, económicos y culturales a los que millones de mujeres se enfrentan diariamente.

 

Llevamos más de 30 años contribuyendo a hacer visibles a muchas mujeres a través de sus historias, mujeres invisibles para la mayoría de las personas y que tienen que superar día a día enormes obstáculos para ejercer sus derechos. Mujeres Invisibles  pretende acabar con la feminización de la pobreza y dar a conocer la historia de superación de mujeres como Barbarita, Mercedes o Eva.

 

Son mujeres que han superado barreras sociales, culturales y económicas para llegar a ocupar puestos en política, vencer el maltrato y la viudedad, o aportar a la economía familiar en un entorno rural donde el machismo está normalizado, en esta ocasión, en Ecuador, donde 6 de cada 10 mujeres sufre violencia de género, y donde apoyamos la lucha de las mujeres que forman la CONAMUNE (Consejo Nacional de Mujeres Negras) o la Asociación de Mujeres Emprendedoras de MAPEL.  

 

CONAMUNE

En las provincias de Carchi e Imbabura, en pleno Valle del Chota, 9 de cada 10 mujeres afro sufren violencia física, verbal, psicológica, económica, cultural, sexual o laboral. El entorno rural, la escasez de oportunidades, el imperante machismo y los patrones socioculturales heredados de la época colonial y de la esclavitud, forman una combinación explosiva que aún hoy padecen las mujeres afrochoteñas. El 35% de las adolescentes quedan embarazadas entre los 15 y 19 años. Sólo un 50% termina la escuela, un 4% accede a la universidad, un 2% se licencia y un 1% accede al mercado laboral. La CONAMUNE, Coordinadora Nacional de Mujeres Negras, lucha desde hace 15 añospor los derechos de la mujer afro en el norte de Ecuador.

 

BARBARITA LARA: primera mujer negra en ser concejala en Ecuador

MERCEDES ACOSTA: primera mujer presidenta en su comunidad, la Comunidad del Chota

 

MAPEL

En la provincia de Santa Elena, Ecuador, el acceso al trabajo es totalmente inequitativo: 73,5% (hombres) / 26,5% (mujeres). La cooperativa de Mujeres Emprendedoras de MAPEL, en esta provincia, une a 200 mujeres emprendedoras que han puesto en marcha pequeñas iniciativas profesionales en torno a la artesanía, la alimentación y el turismo. Son viudas, madres solteras, víctimas de maltrato, mujeres de la tercera edad o madres de familia que se han enfrentado a sus esposos para ser respetadas, poder aportar en la economía familiar y luchar por sus derechos. La independencia económica les ha permitido combatir el machismo, tener reconocimiento social y mejorar sus condiciones de vida.

 

ANGELITA OROZCO: abandonada por su marido, ha sacado adelante a sus dos hijos a través de la costura

EVA TOMALÁ: da trabajo a mujeres vulnerables, especialmente jóvenes sin estudios o mujeres de la tercera edad que necesitan ingresos pero están fuera del circuito laboral