Río 2016: los Juegos de la exclusión

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Los derechos de miles de niños, niñas y sus familias, violados con motivo de la Copa Mundial de la FIFA y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro

Un informe presentado el pasado día 8 de diciembre por el Comité Popular de la Copa Mundial y los Juegos Olímpicos ha desvelado una serie de violaciones de los derechos humanos relacionadas directa e indirectamente con las próximas Olimpiadas de Río de Janeiro 2016.

La cuarta edición del informe «Mega eventos y violaciones de los derechos humanos en Río de Janeiro», publicada a la vez que el Cuerpo Ejecutivo del COI se reúne en Lausana para debatir la aplicación de la Agenda 2020, demuestra que las violaciones del derecho a la vivienda, al trabajo y de los derechos del niño entre otros, hacen que estas Olimpiadas disten mucho de ser los «Juegos de la Inclusión» que prometió Thomas Bach[1], Presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).

En palabras de Ignacio Packer, Secretario General de la Federación Internacional Tierra de hombres: «El COI debe garantizar que los Juegos Olímpicos de verano no causen o agraven las violaciones de los derechos humanos y del niño en Río. Es hora de que el COI esté a la altura de los valores enunciados en la Carta Olímpica».

El informe aborda numerosas cuestiones, entre las que se encuentran las violaciones del derecho a la vivienda. En este sentido, revela que muchas comunidades desfavorecidas fueron desalojadas a la fuerza para hacer espacio a las infraestructuras olímpicas. El Comité Popular calcula que ya se ha desalojado a 4.120 familias y que 2.486 están en riesgo de ser desalojadas forzosamente. La mayoría de estos desalojos ocurren en zonas en las que las propiedades inmobiliarias alcanzan precios muy altos. El alojamiento alternativo que se les ofrece a cambio suele encontrarse a las afueras de Río, a veces hasta a 60 km de distancia de las comunidades de origen, de las escuelas de los niños y niñas y con infraestructuras muy cuestionables.

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Respecto a las condiciones laborales, el informe arroja luz sobre las medidas de represión llevadas a cabo por la administración de la ciudad contra los vendedores ambulantes, debido a las condiciones de exclusividad comercial impuestas por algunas empresas. La policía informó de un caso grave de violación de los derechos humanos en una de las compañías constructoras encargadas de las obras de la Villa Olímpica: 11 empleados de diversos estados brasileños trabajaban en condiciones análogas a la esclavitud.

En cuanto al transporte público, el Comité Popular indica que las grandes inversiones en el sistema de transporte están distribuidas de manera muy desigual y solo benefician a una pequeña parte de la población. Es más, la mejora se concentra en las zonas ricas de la ciudad e incluso se han eliminado algunos enlaces con las zonas más pobres.

Las dos principales violaciones de los derechos del niño que se han dado en el contexto de los recientes mega eventos deportivos en Brasil son la violencia policial y militar (sobre todo durante las «operaciones de pacificación»), así como los desalojos. Durante la Copa Mundial de la FIFA, el número de atención «Disque Denúncia» registró 1.658 llamadas más sobre violaciones de los derechos del niño que las recibidas el año anterior en el mismo periodo, alcanzando un total de 9.753. En uno de los casos denunciados, para «limpiar» los lugares turísticos, se desalojó a todos los niños y jóvenes que vivían en la calle. Algunos de ellos desaparecieron sin que sus compañeros conocieran su paradero, mientras que a otros los trasladaron a unidades educativas para jóvenes infractores (DEGASE). Los que salieron de estas unidades afirmaron que les sometieron violencia y humillaciones. Debido a los desalojos, muchos niños ya no pueden acudir a la escuela y podrían caer en las garras de la explotación, el trabajo infantil o la violencia sexual. Además, ya no cuentan con acceso a la educación, la salud y otros servicios sociales esenciales.

Por otro lado, Río de Janeiro ha reforzado sus medidas de seguridad, sobre todo a través de las denominadas «pacificaciones»: invasiones militares y ocupaciones de las favelas. Estas intervenciones han causado muchas muertes, violencia policial y otras violaciones de los derechos humanos, que han afectado especialmente a la población afrobrasileña y a las favelas «pacificadas»

Conclusiones

Como conclusión, el Comité Popular formula 16 peticiones, que incluyen, entre muchas otras, el fin de los desalojos forzados y del acoso contra los vendedores ambulantes, la promoción del deporte como baluarte de la salud y la educación y no solo como negocio, la desmilitarización de la policía y la erradicación de las «limpiezas callejeras» de los niños y los adolescentes de la calle.

Las políticas que el COI ha adoptado podrían prevenir y dar una respuesta adecuada a los riesgos a los que se enfrentan los niños antes, durante y después de los Juegos Olímpicos. Tierra de hombres que, en colaboración con la Universidad de Dundee (Escocia), ha contribuido a la redacción del capítulo sobre «Niños y adolescentes», apela al COI a que garantice y respete los derechos del niño y de las familias antes, durante y después de los Juegos Olímpicos de Río en 2016:

  • En concreto, Terre des Hommes insta al COI a que como mínimo intervenga y paralice los desalojos forzados relacionados con los Juegos Olímpicos que todavía tienen lugar y que prevenga la posible violencia policial y la «limpieza» de las calles de los niños sin hogar antes de los Juegos Olímpicos.
  • En cuanto a la elaboración de políticas, se insta al COI a que se comprometa públicamente con la defensa de los derechos humanos y que elabore una política al respecto; que cuente con capacidades en las esferas relacionadas con los derechos humanos; que garantice el acceso a la reparación; que realice los procesos de debida diligencia correspondientes en lo tocante a los derechos humanos; que supervise todas las etapas de los Juegos Olímpicos y que posibilite la supervisión externa e independiente.
  • Con el fin de prevenir futuras violaciones de los derechos humanos en otros eventos, Terre des Hommes exhorta al COI a que incluya el respeto de los derechos humanos como uno de los criterios para la concesión de los Juegos Olímpicos y como una de las obligaciones explicitadas en los contratos firmados por las ciudades anfitrionas.

Para más información, leer el informe completo:
Efectos de los mega eventos deportivos en los niños y niñas de Río

[1] [1] “Los valores de la tolerancia, la solidaridad y la paz son el eje central del legado de Río de Janeiro para los brasileños. Estos serán los juegos de la inclusión, que nos brindarán una oportunidad única para mostrar el deporte como una herramienta clave en pos de la paz, la inclusión social y la tolerancia y en la lucha contra la discriminación por motivos de raza, etnia o género. Gracias a los Juegos Olímpicos, los brasileños podrán recordar al mundo su singular talento para combinar pasión y eficiencia» declaró el presidente Bach en la 70ª Sesión de la Asamblea General.