Más de 17.000 refugiados reciben asistencia sanitaria de emergencia en Kenia

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Farmamundi ha finalizado una intervención de emergencia junto a la ONG Hesed África que ha mejorado las condiciones alimentarias y socio sanitarias de 17.370 personas refugiadas en el distrito de Fafi, al noreste de Kenia. La intervención, centrada en el apoyo a mujeres y niños menores de cinco años, como sector de la población más vulnerable, ha sido posible gracias a la financiación de la Xunta de Galicia y el Fondo de Ayuda Humanitaria y Emergencias de Farmamundi, y tiene continuidad durante este año 2013.

Las cerca de 3.000 familias beneficiarias, principalmente de origen somalí, están establecidas en las afueras de los campos gestionados por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), acogidos temporalmente o a la espera de ser registrados. La mayoría de ellos llegó a Dadaab en busca de protección y refugio.

La atención médica a las familias refugiadas se ha realizado con brigadas médicas móviles en los asentamientos de Warable, Bulla Shariff y Nadir, en el Distrito de Fafi. Durante seis meses se ha prestado atención y tratamiento médico a 2.249 personas, donde las afecciones más comunes han sido, principalmente, la fiebre tifoidea, la malaria, el cólera, la malnutrición y la tuberculosis.

La responsable de los proyectos de acción humanitaria en Farmamundi, Carolina Raboso, explica que “se han llevado a cabo tareas de vacunación e inmunización de menores de un año. Atención a menores de cinco años y mujeres, suministro de Vitamina A a los niños menores de cinco años, así como a las madres tras el parto y se ha realizado el diagnóstico y tratamiento a los enfermos”.Tras los primeros resultados, se han visto mejoras en el balance nutricional alimenticio, sobre todo de los niños y en las condiciones de protección e higiene de la población.

Una de las actividades centrales de la intervención ha sido el diagnóstico del grado de desnutrición en menores de 5 años, mujeres embarazadas, madres lactantes y personas de edad avanzada. “Los indicadores habituales del estado nutricional en una situación de emergencia son el peso y la talla para los niños pequeños, la circunferencia braquial medio-superior para las mujeres embarazadas y el índice de masa corporal para los demás adultos”, afirma Raboso, que añade que tras el diagnóstico se repartió una bolsa de 25 Kg de CBS/Unimix (suplemento rico en nutrientes) a las familias más vulnerables.

Prevalencia de cólera y malaria

Han crecido los casos de cólera, afecciones diarreicas y otras infecciones intestinales causadas por la dificultad de acceso al agua potable y la falta de un tratamiento adecuado de aguas residuales. Con la llegada de las lluvias, además, ha aumentado la existencia de mosquitos y por tanto los casos de malaria o paludismo.

Además, de la atención sanitaria, “se han llevado a cabo una importante labor de promoción de la salud y prevención, a través de charlas educativas de sensibilización sobre salud, higiene y uso adecuado del agua potable a la población”, concluye Raboso.

Por todo ello, se han distribuido 2.460 kits básicos de higiene para reducir el riesgo y la prevalencia de enfermedades derivadas de una higiene deficiente. También se ha suministrado a las familias jabón, pastillas potabilizadoras de agua y mosquiteras para prevenir los casos de malaria, altamente prevalente en esta zona del país.