Mientras avanza por la sala abarrotada de gente en la comunidad Keko Mwanga de Dar Es Salaam y busca un lugar donde sentarse, Rehema Mpili saluda amablemente a los presentes conocidos pero no interrumpe sus conversaciones. Rehema, de 47 años, explica en voz baja cómo llegó a parar a este lugar donde trabaja de auxiliar de enfermería capacitada y educadora inter pares para Mukikute, una organización de la sociedad civil de Tanzania fundada por expacientes de tuberculosis. Mukikute ofrece asesoramiento, atención y apoyo sobre VIH y tuberculosis a los residentes locales, con la finalidad de prevenir la propagación del VIH entre la población más vulnerable. Mukikute es una de las muchas organizaciones donde la lucha contra las enfermedades se complementa con la promoción de los derechos humanos.
Rehema es consciente de las dificultades que plantea tratar con personas que se inyectan drogas. Ella empezó a consumir drogas cuando era una trabajadora del sexo. «Cuando tomas drogas no te importa lo que pasa a tu alrededor». Sabe exactamente lo difícil que es para las personas que quieren salir de situaciones como éstas. «Hablo con ellas sobre tomar drogas, pero no les digo que las dejen. Les hago ver las desventajas». Al principio no es fácil conseguir que confíen en ella pero Rehema a menudo los convence para que sigan acudiendo al centro de Mukikute donde se facilitan jeringuillas limpias y preservativos. Y donde pueden hablar. «Estas personas solo quieren ir a un lugar donde sepan que hay alguien que pueda escucharlos», dice Rehema.
«Me costó mucho salir de las drogas», recuerda Rehema quien no las dejó hasta que le diagnosticaron de tuberculosis. «Me trataron y me curé. Y ahora lo que quiero es compartir con otros que es una enfermedad que tiene cura». Rehema también fue diagnosticada seropositiva y no fue nada fácil contárselo a su familia. Ha estado bajo tratamiento durante siete años. En su actual trabajo alienta a las personas a hacerse la prueba del VIH y les aconseja y anima a usar preservativos. «No puedes juzgar a las personas solo con mirarlas. Yo digo a la gente que me mire y vea lo lejos que he llegado. Y que ellos también pueden conseguirlo».
























