Bomberos Unidos Sin Fronteras está trabajando intensamente en Perú desde los primeros momentos tras el impacto del terremoto.
Eran cerca de las 7 de la tarde del miércoles 15 de agosto en Perú (1:40 horas de la madrugada del jueves en España) cuando un fuerte terremoto de 7,9 grados en la escala Ritchter provocaba el pánico en parte del país. El epicentro del sismo se ubicó en el mar, a 167 kilómetros al sur de la capital de Lima, lo que originó incluso una alerta de maremoto. La mayoría de la población de la provincia de Ica corrió a lugares altos o a los tejados de sus propias casas. Afortunadamente, esta alerta fue cancelada horas después. Pero una catástrofe ya había tenido lugar.
Inmediatamente, el gabinete de crisis de Bomberos Unidos sin Fronteras se pone en alerta. El número de muertos aumenta por minutos. Incluso, sólo en Pisco, la ciudad más afectada, se registraban ya 200 fallecidos y más del 70 por ciento del lugar se encontraba en ruinas.
Se trata del peor terremoto sufrido en Perú en los últimos 50 años.
Los primeros en ponerse manos a la obra son Bomberos Unidos de Perú. Las casualidades de la vida hicieron que justo un mes antes hubiera tenido lugar, en la ciudad peruana de Arequipa, el V Curso Iberoamericano de Respuesta ante Catástrofes, donde se había dado la formación, tanto teórica como práctica, a bomberos españoles y de toda Latinoamérica, para responder ante una emergencia como la que nos encontrábamos ahora enfrente.
Busf-Perú llegó enseguida a Ica, donde realizó las primeras labores de localización de víctimas y atención médica de emergencias. Allí, 4 médicos especializados en medicina de emergencia y 2 enfermeras atendieron a más de cien personas, principalmente pacientes politraumatizados de diversa consideración (fracturas, aplastamientos, hemorragias, etc…). 12 de ellos fueron posteriormente traslados a Lima vía aérea.
Tras las informaciones recibidas por las autoridades peruanas, este grupo se traslada a Pisco, donde Bomberos Unidos de España llega horas después.
En menos de 24 horas desde que comenzase la tragedia, 14 miembros de Bomberos Unidos sin Fronteras-España, junto a cuatro perros y todo el material de rescate necesario, estaban camino a Pisco. Una rapidez que sólo pudo llevarse a cabo gracias a la financiación del Ayuntamiento de Madrid y el apoyo de Caja Madrid, así como las colaboraciones de las PYMES.
Los miembros de Busf-España llegan a la plaza de Armas de Pisco… Era como aparecer en una ciudad sitiada tras el paso de, incluso, algo peor que una guerra. Sin embargo, no se dejan estremecer y se ponen a trabajar. Los guías caninos, con sus perros, entran en la Iglesia de San Clemente, donde más de 200 personas perecieron en el momento del sismo cuando celebraban una misa funeral. Desafortunadamente, los perros no localizan ninguna víctima. Es decir, sólo quedaban cadáveres que sucesivamente en los próximos días no dejaron de sacar. No había esperanza para la vida en aquel lugar.
El Comité de Emergencia del Cuerpo Voluntarios del Perú designa cinco zonas de Pisco a Bomberos Unidos. Un equipo que batió así entre el 60 y 70 por ciento del lugar. Dentro de este trabajo destacó:
1. La Iglesia de San Clemente
2. La Capilla de San Andrés.
3. La Capilla de Playa Demetrio Miranda.
4. El Hotel Émbassy.
5. El Instituto de Pisco.
6. Además de otras 20 edificaciones civiles diversas, viviendas particulares, restaurantes, y centros de ocio varios.
Aquí tampoco se encontraron personas sepultadas con vida. Algo que desespera incluso a los propios perros, que están entrenados para encontrar vivos bajo los escombros y no los hay.
Paralelamente, el Grupo de Desescombro y Salvamento de Busf participa en la extracción de víctimas mortales, junto al Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú. Llegaron a remover miles de toneladas de escombro. También los miembros de Bomberos Unidos analizaron diversas estructuras para conocer su estado de habitabilidad y dejar que sus propietarios sigan en sus casas o, como la mayoría, tengan que abandonar su vivienda o negocio para quién sabe qué hacer. Duro, muy duro.
Parecía que las labores de rescate iban dejando paso a las demoliciones y, ante la desesperación de la población por falta de necesidades básicas, Busf, en colaboración con la ONG local “LOVE PERU”, estableció un programa de reparto de ayuda humanitaria. Llegaron a distribuir, siempre con apoyo del ejército peruano, alrededor de 3 toneladas, entre agua, leche, alimentos y ropa. “Fue muy emotivo ver el agradecimiento de su gente y llegar a verles sonreir”, llegó a manifestar algún voluntario. La policía nacional del Perú, a través del Sub-oficial Jáuregui Cueto Rony Gilberto, hizo saber que había que ir a las siguientes zonas:
1. Urbanización Santa rosita.
2. Playa Demetrio Miranda.
3. Barrio de San Andrés.
4. Calle Senequilla. (conocido como “La Pascana”)
5. Calle Pedemonte (Quinta cuadra de Pisco pueblo).
6. Cooperativa de viviendas Miguel Grau.
7. Distrito Leticia
Finalmente, y ante la patente necesidad de agua potable que padece la población, desde Bomberos Unidos se pone en marcha una II FASE de intervención para la potabilización y suministro de agua. Identifican Humay, una de las más poblaciones más necesitadas, donde viven más de 9 mil personas. Y aquí instalan, y ponen en funcionamiento, la planta de potabilización de BUSF, llevada desde Ecuador.
Humay es un pequeño pueblo, perteneciente a la provincia de Pisco en el Departamento de Ica, que se encuentra a 46 kilómetros de la ciudad de Pisco, en una zona montañosa en la que aún es más latente la crudeza del invierno. Allí continúan doscientas familias viviendo y durmiendo a la intemperie. BUSF ha lanzado una campaña de captación de fondos para hacer frente a la compra de 200 tiendas de campaña equipadas y ayuda humanitaria para paliar urgentemente sus necesidades. Además, la mayoría de estas personas son NIÑOS, como siempre, los más vulnerables en una catástrofe.
Bomberos Unidos sin Fronteras se ha comprometido a un trabajo permanente en la zona con la Potabilización de Agua y Asistencia Médica.
Aunque no se puede precisar con exactitud el número total de personas fallecidas tras el terremoto, se habla de más 510 muertos, la mayor parte de ellos en la ciudad de Pisco. Además, continúan desaparecidas más de 120 personas, más de dos mil heridos, casi el 80% de las viviendas colapsadas y más de cien mil personas afectadas. Cifras que no son sólo eso, cifras, sino historias que llegan al corazón y que han de hacer que no nos quedemos tristes leyendo el periódico, sino que hagamos algo, algo. Todos podemos. Ayúdanos a mejorar su situación.
CUENTA DE AYUDA CAJA MADRID DONACIONES: 2038-0603-28-6006434259