Educar a las niñas: la mejor manera de combatir la pobreza

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Día Internacional de la Niña

 

Según datos de UNESCO se estima que 31 millones de niñas en edad de cursar educación primaria y 34 millones de niñas en edad de cursar educación secundaria no van a la escuela, reduciendo sus posibilidades de tener un futuro digno y socavando su potencial para contribuir a la sociedad.

 

La educación de niñas supone transformar sus vidas e impulsar el desarrollo de las sociedades en las que viven, permitiéndoles salir de la pobreza, reducir la mortalidad infantil y favorecer el crecimiento económico.

Entreculturas, 9 de octubre de 2015-. “Quiero ser maestra. Quiero enseñar a muchos niños y niñas”. A pesar del largo camino que tiene hasta su escuela y de tener que preparar antes la comida de su familia, Marcela siempre tiene ganas de aprender. Ella sabe que es la oportunidad de cambiar su futuro y mejorar su situación y la de su familia.  “Me gusta aprender a leer y me gustan las matemáticas, me gusta encontrarme cada día con mis amigos”. Kadidja es de Chad y tiene la suerte de asistir a una escuela de Fe y Alegría. La escuela va más allá de la transmisión de conocimientos; es un centro de desarrollo comunitario donde se da énfasis a una educación integral, participativa y contextualizada, y donde se trabaja por un proyecto común con las familias, para asegurar que los niños, y especialmente las niñas, continúen sus estudios lo máximo posible.

 

En el año 2000, las niñas representaban el 58% de la población en edad de cursar educación primaria que estaban fuera de la escuela, actualmente suponen el 54%. Según datos de UNESCO se estima que 31 millones de niñas en edad de cursar educación primaria y 34 millones de niñas en edad de cursar educación secundaria no van a la escuela, viendo reducidas sus posibilidades de tener un futuro digno y socavando su potencial para contribuir a la sociedad.

 

El próximo 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña, con el objetivo de reconocer los derechos de las niñas y los problemas que las niñas confrontan en todo el mundo, promover su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos.

 

Aún no hemos sido capaces de suprimir las disparidades entre sexos en la enseñanza primaria y secundaria y lograr la igualdad de género en la educación. Los obstáculos más relevantes son la pobreza, las prácticas sociales discriminatorias, la lejanía de los centros escolares para las personas que viven en zonas rurales, los matrimonios forzosos, la falta de instalaciones de saneamientos adecuadas que hace que las mujeres y las niñas sean más vulnerables a la violencia, o vivir en entornos escolares peligrosos y violentos por conflictos armados. La mayoría de las niñas que no van al colegio viven en África Subsahariana. En Burkina Faso por ejemplo, sólo el 27% de las niñas que viven en zonas rurales van al colegio.

 

 

La educación de las niñas; instrumento de transformación decisivo en el proceso de desarrollo

La educación de niñas y mujeres supone transformar sus vidas e impulsar el desarrollo de las sociedades en las que viven, permitiéndoles salir de la pobreza, reducir la mortalidad infantil y favorecer el crecimiento económico. En África Subsahariana, invertir en educación de las niñas podría impulsar la producción agrícola de la zona en un 25%. La transformación de sus vidas supone una mejora de su salud y de la de sus familias, saber cuáles son sus derechos, tener oportunidad de acceder a un empleo digno y bien remunerado, tener derecho a decidir contraer matrimonio o, cómo y cuándo ser madres. Las niñas que no asisten a la escuela tienen seis veces más de posibilidades de casarse, por lo que la escolarización es un factor clave para el futuro.

 

Sin educación se les priva de ser ciudadanas con voz en su sociedad. Educar a las niñas y a las mujeres tiene innumerables beneficios: por cada año de educación de la madre, su hija o hijo pasará 0,32 años más en la escuela; si todas las mujeres en los países de ingresos bajos y medianos completaran la enseñanza primaria, la tasa de mortalidad de sus hijos menores de 5 años se reduciría un 15%, si completaran la educación secundaria, se reduciría un 49%, lo que equivaldría a unos 2,8 millones de vidas salvadas; si todas las niñas completan la enseñanza primaria en África Subsahariana y Asia Meridional y Occidental, la cantidad de niñas que están casadas al cumplir 15 años se reduciría en un 14% y con educación secundaria completa se casarían un 64% menos de niñas.

 

Empoderando a las niñas

Entreculturas apuesta por la transformación hacia un horizonte de justicia y equidad entre mujeres y hombres, de ahí que la cuestión de género suponga un enfoque transversal en sus estrategias y líneas de acción, desarrollando iniciativas específicas para la mejora de las condiciones de vida de niñas y adolescentes en situaciones de gran vulnerabilidad.

Un ejemplo de ello son los proyectos que se están apoyando en el marco del “Fondo La LUZ de las NIÑAS”, una iniciativa con la que se nombra, se denuncia y se sensibiliza a la población sobre la vulneración de derechos que soportan las niñas, jóvenes y mujeres. Algunos de los proyectos apoyados por este fondo son la atención a niñas víctimas de violencia sexual en Bukavu, (R.D.Congo); educación de niñas y jóvenes en Yambio, (Sur Sudán); formación de mujeres campesinas e indígenas en el sur de Bolivia y atención a víctimas de violencia machista y trabajo de sensibilización y prevención en Perú, entre otros.

 

Otro ejemplo es todo el trabajo que se lleva a cabo en centros mediante la educación para el desarrollo en diversas temáticas. Para el Día Internacional de la Niña, Entreculturas pone a disposición de docentes una Unidad Didáctica para trabajar en el aula casos concretos, la discriminación que sufren las niñas en el mundo, reflexionar sobre la importancia de la igualdad de oportunidades entre niños y niñas y adquirir un compromiso con la igualdad de oportunidades.